La filosofía gnóstica es un conocimiento perene y universal, y una antigua corriente científica y filosófica de pensamiento que ha buscado comprender los misterios de la existencia y la relación entre el ser humano y lo divino. En el corazón de esta cosmovisión se encuentra la noción de que hay una chispa divina dentro de cada ser humano y que esta chispa está intrínsecamente conectada con la existencia de Dios.
El Dios trascendente:
En la tradición gnóstica, Dios es concebido como un ser trascendente e inconocible en su totalidad. Se considera que Dios existe más allá de nuestra realidad material y que su esencia es inaccesible para la mente humana limitada. Esta concepción se basa en la idea de que el ser humano está atrapado en un estado de ignorancia y separación de lo divino.
La chispa divina:
Según el pensamiento gnóstico, cada ser humano lleva dentro de sí una chispa divina o un fragmento del Ser Supremo. Esta chispa se considera una parte inmortal e incorruptible del individuo y es lo que le confiere su verdadera identidad. A través de la gnosis, que es el conocimiento y la experiencia directa de lo divino, el individuo puede despertar y reconocer esta chispa divina dentro de sí mismo.
La caída y la redención:
La tradición gnóstica sostiene que el mundo material en el que vivimos es imperfecto y que está bajo la influencia de fuerzas oscuras y limitantes. Según esta visión, el ser humano ha caído en un estado de ignorancia y alienación de su verdadera naturaleza divina. La redención, en el contexto gnóstico, implica liberarse de estas limitaciones y regresar a la conexión con lo divino.
El conocimiento gnóstico:
En el pensamiento gnóstico, el conocimiento desempeña un papel crucial en la relación entre Dios y el hombre. Se considera que la verdadera comprensión y experiencia de lo divino solo puede alcanzarse a través de la Divina gnosis, que es el conocimiento espiritual directo y personal. Este conocimiento trasciende las creencias y dogmas establecidos, y busca una experiencia íntima y transformadora de la divinidad.
La unión con lo divino:
La meta última del pensamiento gnóstico es alcanzar la unión con lo divino, la fusión de la chispa divina dentro del ser humano con la esencia trascendental de Dios. Este estado de unión se considera la realización plena del individuo y la liberación de las limitaciones de la existencia material.
Una cita bíblica describe quién es Dios se encuentra en el Libro del Éxodo, capítulo 34, versículo 6, en el Antiguo Testamento:
“Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad.”
Esta cita muestra algunas características de Dios según la descripción bíblica, destacando su fortaleza, misericordia, piedad, paciencia, grandeza en misericordia y verdad. Es solo una de las muchas descripciones de Dios que se encuentran en la Biblia, y hay muchas otras citas que también revelan diferentes aspectos de su carácter y naturaleza.